La falta de congruencia.

Manuel Villa
4 min readNov 17, 2020

En nuestra vida personal se dan situaciones en las cuales ponemos a prueba nuestro ideal y nuestros valores. Todo aquello que aprendimos en casa desde pequeños, situaciones donde valoramos para bien o valoramos para mal. Seguramente querido lector joven o no tan joven, usted ha tomado decisiones que no van a la par de lo que dice. Sí. Es muy difícil a veces actuar como realmente queremos, y actuamos como se de el escenario en el momento. Habrá que ver el contexto de la situación dada. Un ejemplo claro actual, imagínese usted en un parque al aire libre donde se hace ejercicio. Ve gente que utiliza el cubre bocas haciendo ejercicio de forma individual, pero al mismo tiempo ve gente que no lo porta y haciendo ejercicio de forma grupal pero con sana distancia. ¿Quién está actuando mal sí los dos están haciendo ejercicio al aire libre? ¿Qué no está científicamente comprobado que ambos tienen menor riesgo de contagio del COVID 19? Para unos están faltando a las normas sanitarias los que no lo portan. Para otros portar el cubre bocas es meramente protocolario que incluso lo portan mal y de alguna manera reflejan meramente el llamado ¨valemadrismo¨.

Este ejemplo es un claro ejemplo burdo en nuestra vida diaria, pero ¿qué pasa con los políticos que promueven una cosa, pero hacen otra? (no hablo del cubre bocas ahora) Políticos que viven una vida de forma diferente a la común, no en términos materiales ni económicos, sino me refiero una vida personal más pública a la vista de todos. La congruencia parece que sólo aplica cuando les conviene. ¡Auch! Son muchos casos en la vida política actual que se da esta falta de congruencia, pero que no quiero decir que en todos sea igual. Tampoco quiere decir que no vea la luz al final del túnel. Es decir, las nuevas generaciones (generación Z, postmillenials) traen un chip distinto. Traen un chip que se adapta más rápido a los cambios constantes a pesar de su cultura, sus creencias, su educación. Los veo como más empáticos con la diversidad social y los roles sociales que no son los mismos que antes del 2000. ¿Pero a qué voy con esto? Creo que la congruencia en nuestros actos, se va forjando con lo que nos gusta y atrae, y de la mano de nuestros valores. No necesariamente con lo que nos educaron de forma tradicional. Los jóvenes de ahora son autodidactas y tienen toda la información que requieren a la mano para tomar una decisión. Saben distinguir mucho más los riesgos e inconvenientes de no actuar como lo que profesan. La nueva forma de hacer política sin duda no la veo sin ideas de los jóvenes, porque demuestran un mayor activismo social y se reinventan cada vez porque quieren más y más.

La tecnología con la que crecieron los jóvenes, es una herramienta creada por el hombre para ser más eficiente, más rápido, más productivo, ¡más más más! pero no sólo de lo bueno, también del lado malo de las personas, del lado ineficiente, del lado perverso de nosotros, dicho en pocas palabras los avances tecnológicos hacen hoy un efecto espejo donde vemos a través de ella nuestra deficiencia o eficiencia, nuestra congruencia e incongruencia.

No quiero terminar sin antes decirles, que si llegan a ocupar puestos públicos clave no olviden que antes que todo, la congruencia con uno mismo es la mejor firma de honestidad y para generar confianza en los demás. Aguas también con su salud emocional, sí traen muchos positivos estas nuevas generaciones, pero también le huyen a la adversidad, a veces quieren tapar una simple tristeza con una alegría desmesurada y eso también es ser incongruente. Que no los etiqueten como la generación de cristal ni caigan en la indiferencia ante la comunidad, nunca. Es todo un reto pero un logro al mismo tiempo, buscar el equilibrio entre lo que uno siente, piensa y hace. Si ya sé, está cañón ser congruente en un mundo incongruente pero como lo dije al principio son parte de la solución. Sean auténticos no hagan lo que no quieres que te hagan. No descuiden a la familia y recuerden que las palabras mueven, pero el ejemplo arrastra.

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Manuel Villa

Mercadologo, ciclista. Comunicación/Admin Pública. Gusto por la buena #política y contenido visual.